Ray Bradbury y la Ficción científica
Algo sobre Bukowski
Realismo sucio
Algo sobre Faulkner
jueves, 12 de septiembre de 2019
jueves, 8 de agosto de 2019
viernes, 2 de agosto de 2019
Para empezar a trabajar Vanguardias
Poema 20 (P. Neruda)
PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis
brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Walking around (P. Neruda)
SUCEDE que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.
Los heraldos negros (C. Vallejo)
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Poema XVIII Trilce (C. Vallejo)
Oh las cuatro paredes de la celda. Ah las cuatro paredes albicantes que sin remedio dan al mismo número. Criadero de nervios, mala brecha, por sus cuatro rincones cómo arranca las diarias aherrojadas extremidades. Amorosa llavera de innumerables llaves, si estuvieras aquí, si vieras hasta qué hora son cuatro estas paredes. Contra ellas seríamos contigo, los dos, más dos que nunca. Y ni lloraras, di, libertadora! Ah las paredes de la celda. De ellas me duele entretanto, más las dos largas que tienen esta noche algo de madres que ya muertas llevan por bromurados declives, a un niño de la mano cada una. Y sólo yo me voy quedando, con la diestra, que hace por ambas manos, en alto, en busca de terciario brazo que ha de pupilar, entre mi dónde y mi cuándo, esta mayoría inválida de hombre.
viernes, 19 de julio de 2019
Repaso para el parcial
Ficha 1
Ilustración: Voltaire y Rousseau/Utopía
Diferencias de pensamiento entre Voltaire y Rousseau, por Fernando Savater.
Ilustración: Voltaire y Rousseau/Utopía
Diferencias de pensamiento entre Voltaire y Rousseau, por Fernando Savater.
1) Julia o la nueva Eloisa
a) Este texto es una novela epistolar, ¿será importante este hecho teniendo en cuenta de quién es el que narra? (Ten en cuenta que Rousseau es un pre-romántico)
b) ¿Cómo se produce el ingreso del protagonista en el Alto Valais, y cómo se relaciona con la Utopía?
c) ¿Como se estructuran los roles familiares en el Alto Valais, y cuál es su importancia para el Estado?
d) ¿Qué valor cumple la educación en este lugar, y cómo se relaciona esto con el pensamiento de Rousseau?
2) Cándido
a) ¿Por qué se habla de Cándido como Novela de Tesis? ¿Qué critica? ¿El título epónimo será importante? ¿Quién es Pangloss y qué representa? ¿Qué importancia tendrá la presentación del Capítulo 1, de la familia y el castillo, con respecto a lo que vimos después?
b) El Dorado: ¿Cómo es el ingreso? ¿Por qué es de esta forma? ¿Cómo es el primer "choque" con ese nuevo mundo?
c) ¿Qué valor posee la educación en El Dorado? Hay tres momentos que se hace referencia a esto: 1) con el preceptor de la aldea, 2) el posadero, 3) el anciano.
d) ¿Qué características de una Utopía, además de la inaccesibilidad, están presentes aquí?
jueves, 27 de junio de 2019
jueves, 13 de junio de 2019
1er Esquema de análisis Antes del desayuno
O'Neill:
un trágico moderno
Antes
del desayuno: esquema de análisis.
Título:
emblemático y simbólico
- momento en que se desarrolla la escena
- momento especial de la rutina diaria en la cultura norteamericana
1ra acotación
o didascalia inicial:
- Nos sitúa en el contexto de la escena, tanto espacial como temporal.
- Novedades que aporta:
- Extensión
- Descripciones narrativas o no dramáticas
- Estructura narrativa: Primero contexto, luego el personaje, finalmente su carácter.
- Espacio:
- Telón abierto
- “Habitación pequeña”
- Exceso de elementos: sensación de opresión.
- Las “plantas que agonizan”: personificación y símbolo.
- “Hermosa mañana”
Protagonista: la
sra. Rowland
- Desarreglo y cansancio/“viene de la alcoba”: Antítesis
- Impersonalidad
- El monólogo: una innovación anacrónica.
- Rencor (éxito y ambición)
- La vida como castigo/asumir la naturaleza
- Personajes “tipo”: el valor de lo simbólico.
Acciones: 3er
párrafo.
- Gestos denotan: cansancio, hastío, malestar.
- El secreto de la Ginebra (la evasión) y la culpabilidad.
- Progresión en sus movimientos que denotan su carácter:
- la ginebra escondida
- “Sonrisa dura y vengativa”
- El saco como objetivo consabido
- La lectura de la carta y la dulce venganza: “alguien más cayó”.
*El carácter
trágico de los personajes de O'Neill.
- La nueva tragedia del hombre moderno
- El valor didáctico de la tragedia en el pasado
- El peso del destino: los hombres juguetes de los dioses-los hombres esclavos de sus decisiones
viernes, 7 de junio de 2019
Primer esquema Antes del desayuno
O'Neill,
Antes del desayuno (1er esquema)
E.U.A.
en el siglo XIX:
- teatro realista/costumbrista
- el papel de la tierra, el arraigo y la identidad
- lejos de Europa (las Vanguardias/el teatro simbolista)
Siglo
XX
- aparición de los teatros universitarios y teatros experimentales
- el cine como competencia
- construcción de teatros populares
- el drama en un acto
*Drama:
acción.
-El
drama burgués realista como base del nuevo teatro norteamericano: no
puede estar alejado de su realidad inmediata, el proceso de
desarrollo económico y social que se estaba viviendo en las primeras
décadas del siglo XX en EUA.
- El drama en un acto: prólogo, entre acto, epílogo.
- Dar a las clases altas la posibilidad de no cruzarse con “la chusma”.
- Dar a las clases bajas la sensación de haber invertido bien su dinero.
*O'Neill
explota este sub género.
-le
brinda un nuevo valor al imprimirle una evolución de acuerdo al
modelo europeo
- uso del monólogo
- descentralización del conflicto (No hay buenos y malos)
- uso de tipos superficiales (posteriormente uso de máscaras)
- tópicos de carácter universal y no particular
- conflicto de hombre frente a la pérdida del idealismo
Respecto
a la obra:
- Drama en un acto que comenzaría In media res.
- Título: emblemático y simbólico.
- Uso de la didascalia/acotaciones.
- Uso de lo extra-literario (próximo divorcio tetro-literatura): la mímica y lo gestual.
- Uso de lo simbólico.
Estructura:
- Presentación del contexto: el apartamento y la sensación que ha de provocar en los espectadores
- Presentación de la protagonista en base a sus acciones
- Asunción de su rutina
- reproches de siempre
- reproches nuevos (verificación de la suposición: el engaño)
- Reproche simbólico: el niño no nacido
- Desenlace: lo nuevo.
*Importamcia de lo que no se cuenta.
jueves, 6 de junio de 2019
Antes del desayuno, O'Neill
Mini biografía de Eugene O'Neill
Su padre era un irlandés que emigró a los Estados Unidos, donde llegó a ser bastante conocido como actor y director teatral, y que durante muchos años fue popularísimo personificando el conde de Montecristo en la versión escénica de la obra de Dumas. Hasta los siete años, Eugene O'Neill siguió a su padre en sus "tournées"; después pasó por varias escuelas, casi siempre católicas; en 1906 se matriculó en la Universidad de Princeton, que abandonó un año después para ser empleado en Nueva York.
Dejó este puesto también para unirse a una expedición de buscadores de oro que se dirigía a Honduras; la expedición fracasó y O'Neill, de regreso a la patria, se hizo subdirector de una compañía dramática que recorría los Estados Unidos, hasta que sintió la llamada del mar y se enroló en un velero noruego que zarpaba de Boston para Buenos Aires. Desempeñó en esta ciudad diversos empleos; pero pronto volvió a embarcar, como simple marinero, en un barco inglés que hacía la ruta Buenos Aires-Durban y regreso. El tercer viaje lo condujo de Buenos Aires a Nueva York, donde entró como tripulante en un transatlántico de la línea Nueva York-Southampton.
Vuelto a los Estados Unidos, fue actor en la compañía de su padre e hizo una "tournée" por el Far West; por último, pasó del escenario a la redacción del Telegraph, modesto periódico de New London, en Connecticut, como gacetillero. Poco tiempo después descubrió que tenía un principio de tuberculosis y hubo de permanecer seis meses en un sanatorio, entre 1912 y 1913. Salió de él físicamente curado y decidido a escribir para el teatro.
En la atmósfera, entonces apasionada y entusiasta, del Greenwich Village de Nueva York, compuso las primeras obras dramáticas en un acto que al año siguiente representó un grupo de actores en Provincetown (Massachusetts). Estos Provincetown Players se trasladaron a Nueva York y ofrecieron a O'Neill una salida a su abundante producción, que suma más de cuarenta títulos en las obras completas del dramaturgo.
Las piezas en un acto de la fase inicial (La luna de los Caribes, Ruta al Este hacia Cardiff y El largo viaje de regreso) utilizan de modo directo las experiencias marítimas: son más estudios de caracteres que verdaderos dramas y muestran influencias de George Bernard Shaw y de John Millington Synge. Del conflicto entre naturaleza y destino, ya esbozado en Más allá del horizonte, que fue, en 1920, su primera obra de extensión normal y su primer gran éxito en los teatros de Broadway, pasó el mismo año al experimento expresionista de El emperador Jonesque, junto con El mono velludo, de 1922, marca el periodo de influencia de Frank Wedekind y del expresionismo alemán, aunque O'Neill, rebajando ésta y otras influencias, entre ellas la de Henrik Ibsen, reconociese solamente de un modo explícito como maestros suyos a Nietzsche y a August Strindberg.
El fatalismo, que había encontrado ya expresión en Anna Christie (1921), condujo a O'Neill a una forma de teatro experimental, alimentado también con las diversas doctrinas nuevas que el autor iba descubriendo. Con deseo bajo los olmos (1924) comenzó a demostrar la influencia del psicoanálisis; y mientras en El gran dios Brown (1926) el uso de las máscaras simbólicas muestra todavía viva la acción del expresionismo, Extraño interludio (1928) y Dynamo (1929) pretenden traducir el flujo continuo de la conciencia, las frustraciones, los complejos y otros elementos psicoanalíticos recurriendo al pensamiento hablado (sutil desarrollo del antiguo "aparte") y al drama-río en nueve actos.
En esta fase experimental representa un paréntesis el drama Todos los hijos de Dios tienen alas (1924), una de sus obras más naturales y conmovedoras, inspirada en la defensa de los negros. De 1931 es El luto le sienta bien a Electra, trilogía que figura entre las obras de más empeño (aunque no mejor logradas) de Eugene O'Neill y en la que, aparte del origen psicoanalítico de la trasposición moderna de un mito clásico, la culpa a expiar no es la ofensa a la divinidad, sino la violación de la moral social, identificando así el Hado con la sociedad civil.
En Días sin fin (1934) aparece un protagonista atraído irresistiblemente hacia el catolicismo; en Llega el hombre de los hielos (1946) se expresan de un modo simbólico la pérdida de las ilusiones y la proximidad de la muerte. En el mismo año fue atacado O'Neill por la enfermedad de Parkinson, que puso prácticamente fin a sus actividades.
Pero en 1940 había escrito un drama autobiográfico, Viaje del largo día hacia la noche, que por expresa voluntad suya no fue publicado ni representado hasta después de su muerte. Bajo nombres ficticios, se encuentran representadas allí las vicisitudes de su familia. En esta obra, dolorosa y conmovedora, los personajes se acusan recíprocamente del fracaso de sus vidas; no se dan cuenta de que el fracaso ha sido debido solamente a sus errores y lo atribuyen falsamente a las circunstancias. En otros términos: O'Neill se muestra aquí consciente de que el Hado está dentro, y no fuera, de nosotros.
Quizá le lleva a esta conciencia la comprobación de que solamente él, de toda la familia, logró redimirse y salvarse a través de su obra de escritor; aunque no estaría muy alejado de la verdad el reconocimiento de que su fatalismo pesimista es un reflejo de aquella doctrina calvinista que el puritanismo, nunca apagado en la conciencia norteamericana, ha perpetuado desde los tiempos de los Padres viajeros. Póstumamente fue publicada, en septiembre de 1957, la obra A Touch of the Poet.
Considerada en su conjunto, la obra de Eugene O'Neill se nos aparece desigual por su mismo carácter experimental debido a un temperamento fundamentalmente poético, que ha buscado a menudo un modo de expresión violentando la forma misma del arte dramático hasta triturarlo. No obstante, ese temperamento poético impregna los dramas de O'Neill de una sustancia humana y de pensamiento que hace de él el más importante de los dramaturgos de los Estados Unidos, el iniciador de un auténtico teatro norteamericano y el primero que alcanzó, en el nuevo continente, una resonancia internacional, que le fue reconocida en 1936 con la concesión del Premio Nobel.
miércoles, 29 de mayo de 2019
viernes, 10 de mayo de 2019
viernes, 3 de mayo de 2019
La moneda falsa
Mientras nos alejábamos de la tienda de tabaco, mi amigo hizo una cuidadosa clasificación de su dinero; en el bolsillo izquierdo de su tapado deslizó unas moneditas de oro; en el derecho, unas moneditas de plata; en el bolsillo izquierdo de su pantalón, muchas de bronce, y finalmente, en el derecho, una moneda de plata de dos francos que examinó con especial atención.
“¡Qué singular y minuciosa repartición!” me dije a mí mismo.
Nos encontramos con un pobre que nos tendió su gorra temblando. No conozco nada más inquietante que la elocuencia muda de esos ojos suplicantes, que contienen a la vez, para el hombre sensible que sabe leerlos, tanta humildad, tantos reproches. El encuentra algo que se aproxima a esta profundidad de complicado sentimiento en los ojos lacrimosos de los perros cuando se los azota.
La ofrenda de mi amigo fue mucho más generosa que la mía, y le dije: “Tiene usted razón; el único placer más grande que el de asombrarse es el de causar una sorpresa. “Era la moneda falsa”, me respondió tranquilamente, como para justificarse por su prodigalidad.
Pero mi miserable cerebro, siempre ocupado en buscarle la quinta pata al gato (¡qué facultad fatigosa me obsequió la naturaleza!), se hizo la idea de que la conducta de mi amigo solo era perdonable por la intención de crear un acontecimiento en la vida de aquel pobre diablo, o quizás incluso de conocer las distintas consecuencias, funestas u otras, que puede engendrar una moneda falsa en la mano de un mendigo. ¿No podía multiplicarse en monedas verdaderas? ¿No podía también hacerlo caer en prisión? El dueño de un cabaret, o un panadero, por ejemplo, podrían tal vez hacerlo arrestar por falsificador de monedas o por distribuidor de monedas falsas. Pero aunque todo esto fuera así, la moneda falsa significaría quizás, para un pobre especulador, su fuente de riqueza por algunos días. Y así mi fantasía seguía su curso, dándole alas al espíritu de mi amigo y sacando todas las deducciones posibles a partir de todas las hipótesis posibles.
Pero éste interrumpió bruscamente mi divagación retomando mis propias palabras: “Sí, usted tiene razón; no existe ningún placer más dulce que el de sorprender a un hombre dándole más de lo que espera.”
Lo miré directo a las pupilas, y me espanté al ver que sus ojos brillaban con un indiscutible candor. Entonces me di cuenta de que había querido hacer a la vez caridad y un buen negocio; ganarse cuarenta monedas de cobre y el corazón de Dios; alcanzar el paraíso económico; y finalmente, obtener gratis un certificado de hombre caritativo. Lo podía haber prácticamente perdonado por el deseo del goce criminal del que hace un instante lo creía capaz; me habría parecido curioso, peculiar, que se divirtiera comprometiendo a los pobres; pero nunca le perdonaré la ineptitud de su cálculo. No hay excusas para ser malo, pero hay cierto mérito en saber que se lo es; y el más irreparable de los vicios es hacer el mal de puro bestia.
“¡Qué singular y minuciosa repartición!” me dije a mí mismo.
Nos encontramos con un pobre que nos tendió su gorra temblando. No conozco nada más inquietante que la elocuencia muda de esos ojos suplicantes, que contienen a la vez, para el hombre sensible que sabe leerlos, tanta humildad, tantos reproches. El encuentra algo que se aproxima a esta profundidad de complicado sentimiento en los ojos lacrimosos de los perros cuando se los azota.
La ofrenda de mi amigo fue mucho más generosa que la mía, y le dije: “Tiene usted razón; el único placer más grande que el de asombrarse es el de causar una sorpresa. “Era la moneda falsa”, me respondió tranquilamente, como para justificarse por su prodigalidad.
Pero mi miserable cerebro, siempre ocupado en buscarle la quinta pata al gato (¡qué facultad fatigosa me obsequió la naturaleza!), se hizo la idea de que la conducta de mi amigo solo era perdonable por la intención de crear un acontecimiento en la vida de aquel pobre diablo, o quizás incluso de conocer las distintas consecuencias, funestas u otras, que puede engendrar una moneda falsa en la mano de un mendigo. ¿No podía multiplicarse en monedas verdaderas? ¿No podía también hacerlo caer en prisión? El dueño de un cabaret, o un panadero, por ejemplo, podrían tal vez hacerlo arrestar por falsificador de monedas o por distribuidor de monedas falsas. Pero aunque todo esto fuera así, la moneda falsa significaría quizás, para un pobre especulador, su fuente de riqueza por algunos días. Y así mi fantasía seguía su curso, dándole alas al espíritu de mi amigo y sacando todas las deducciones posibles a partir de todas las hipótesis posibles.
Pero éste interrumpió bruscamente mi divagación retomando mis propias palabras: “Sí, usted tiene razón; no existe ningún placer más dulce que el de sorprender a un hombre dándole más de lo que espera.”
Lo miré directo a las pupilas, y me espanté al ver que sus ojos brillaban con un indiscutible candor. Entonces me di cuenta de que había querido hacer a la vez caridad y un buen negocio; ganarse cuarenta monedas de cobre y el corazón de Dios; alcanzar el paraíso económico; y finalmente, obtener gratis un certificado de hombre caritativo. Lo podía haber prácticamente perdonado por el deseo del goce criminal del que hace un instante lo creía capaz; me habría parecido curioso, peculiar, que se divirtiera comprometiendo a los pobres; pero nunca le perdonaré la ineptitud de su cálculo. No hay excusas para ser malo, pero hay cierto mérito en saber que se lo es; y el más irreparable de los vicios es hacer el mal de puro bestia.
viernes, 5 de abril de 2019
viernes, 29 de marzo de 2019
viernes, 22 de marzo de 2019
jueves, 21 de marzo de 2019
jueves, 14 de marzo de 2019
Sobre la teoría del eterno retorno...
Sobre la teoría del eterno retorno...
Biografía
Nació en Montevideo, en 1985. Egresó de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático Margarita Xirgu en 2008, y del Instituto de Profesores Artigas en 2012. Ha obtenido diversas distinciones, entre las que se destacan el Premio Nacional de Literatura, el Premio Onetti de la Intendencia de Montevideo, el Premio Florencio de la Asociación de Críticos, el Premio Molière de la Embajada de Francia y el Fondo para la Formación y la Creación Artística 2012-2014 del Ministerio de Educación y Cultura.
Fue convocado por la Comedia Nacional para participar como actor invitado durante la temporada 2008, y a partir de 2009 su obra integró el repertorio de dicho elenco con el estreno de varias de sus piezas. Como actor ha participado en diversos espectáculos teatrales. También ha dirigido y protagonizado sus propias obras. Ha recibido varias becas internacionales que lo llevaron a estudiar a Aviñón (Festival International de Théâtre 2007), Barcelona (Sala Beckett 2011), Nottingham (World Event Young Artists 2012), Santiago de Chile (Teatro Amplio, residencia 2014), Buenos Aires (Panorama Sur 2015) y Montpellier (Centre Dramatique National 2015).
Sus textos se han llevado a escena en Uruguay, Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, México, Estados Unidos, España, Inglaterra y Francia. Ha editado los libros Dramaturgia imprecisa (Estuario, 2009), Sobre la teoría del eterno retorno aplicada a la revolución en el Caribe (Banda Oriental, 2013) y Trilogía de la revolución (Estuario, 2015), además de formar parte de las antologías de teatro uruguayo contemporáneo editadas por Paso de Gato (México) y Casa de las Américas (Cuba), ambas en 2015. Publicó artículos en revistas especializadas de Madrid (Primer Acto), La Habana (Conjunto) y Santiago de Chile (Apuntes de Teatro). Ha sido traducido al francés, inglés y portugués.
Desde 2016 es el Director de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático Margarita Xirgu
Obras
- 2016: El gato de Schrödinger
- 2014: Breve apología del caos por exceso de testosterona en las calles de Manhattan
- 2012: Argumento contra la existencia de vida inteligente en el Cono Sur
- 2012: Sobre la teoría del eterno retorno aplicada a la revolución en el Caribe(Premio Onetti 2012)
- 2011: Libertad
- 2010: Último piso del Hotel California
- 2009: Nuremberg
- 2009: Epifanía
- 2009: La Historia Universal
- 2008: Ararat
- 2008: Obscena
- 2007: El ala quebradiza de la mariposa
- 2007: Ruido
- 2007: Esquizofrenia
- 2006: Fuga de ángeles
- 2006: Limbo
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