Al cumplir mis 36 años
¡Calma, corazón, ten calma!
¿A qué lates, si no abates
ya ni alegras a otra alma?
¿A qué lates?
¿A qué lates, si no abates
ya ni alegras a otra alma?
¿A qué lates?
Mi vida, verde parral,
dio ya su fruto y su flor,
amarillea, otoñal,
sin amor.
dio ya su fruto y su flor,
amarillea, otoñal,
sin amor.
Más no pongamos mal ceño!
¡No pensemos, no pensemos!
Démonos al alto empeño
que tenemos.
¡No pensemos, no pensemos!
Démonos al alto empeño
que tenemos.
Mira: Armas, banderas, campo
de batalla, y la victoria,
y Grecia. ¿No vale un lampo
de esta gloria?
de batalla, y la victoria,
y Grecia. ¿No vale un lampo
de esta gloria?
¡Despierta! A Hélade no toques,
Ya Hélade despierta está.
Invócate a ti. No invoques
más allá
Ya Hélade despierta está.
Invócate a ti. No invoques
más allá
Viejo volcán enfriado
es mi llama; al firmamento
alza su ardor apagado.
¡Ah momento!
es mi llama; al firmamento
alza su ardor apagado.
¡Ah momento!
Temor y esperanza mueren.
Dolor y placer huyeron.
Ni me curan ni me hieren.
No son. Fueron.
Dolor y placer huyeron.
Ni me curan ni me hieren.
No son. Fueron.
¿A qué vivir, correr suerte,
si la juventud tu sien
ya no adorna? He aquí tu
muerte.
si la juventud tu sien
ya no adorna? He aquí tu
muerte.
Y está bien.
Tras tanta palabra dicha,
el silencio. Es lo mejor.
En el silencio ¿no hay dicha?
y hay valor.
Tras tanta palabra dicha,
el silencio. Es lo mejor.
En el silencio ¿no hay dicha?
y hay valor.
Lo que tantos han hallado
buscar ahora para ti:
una tumba de soldado.
Y hela aquí.
buscar ahora para ti:
una tumba de soldado.
Y hela aquí.
Todo cansa todo pasa.
Una mirada hacia atrás,
y marchémonos a casa.
Allí hay paz.
Una mirada hacia atrás,
y marchémonos a casa.
Allí hay paz.
Canción del corsario
En su fondo mi alma lleva un tierno secreto
solitario y perdido, que yace reposado;
mas a veces, mi pecho al tuyo respondiendo,
como antes vibra y tiembla de amor, desesperado.
solitario y perdido, que yace reposado;
mas a veces, mi pecho al tuyo respondiendo,
como antes vibra y tiembla de amor, desesperado.
Ardiendo en lenta llama, eterna pero oculta,
hay en su centro a modo de fúnebre velón,
pero su luz parece no haber brillado nunca:
ni alumbra ni combate mi negra situación.
hay en su centro a modo de fúnebre velón,
pero su luz parece no haber brillado nunca:
ni alumbra ni combate mi negra situación.
¡No me olvides!… Si un día pasaras por mi tumba,
tu pensamiento un punto reclina en mí, perdido…
La pena que mi pecho no arrostrara, la única,
es pensar que en el tuyo pudiera hallar olvido.
tu pensamiento un punto reclina en mí, perdido…
La pena que mi pecho no arrostrara, la única,
es pensar que en el tuyo pudiera hallar olvido.
escucha, locas, tímidas, mis últimas palabras
-la virtud a los muertos no niega ese favor-;
dame… cuanto pedí. Dedícame una lágrima,
¡la sola recompensa en pago de tu amor!…
-la virtud a los muertos no niega ese favor-;
dame… cuanto pedí. Dedícame una lágrima,
¡la sola recompensa en pago de tu amor!…
Whitman
¡Oh, Capitán, mi Capitán! Nuestro azaroso viaje ha terminado;El barco capeó los temporales, el premio que buscamos se ha ganado;Cerca está el puerto, ya oigo las campanas, todo el mundo se muestra alborozado,la firme quilla siguen con sus ojos, el adusto velero tan audaz.
- Pero, ¡Oh, corazón! ¡Corazón! ¡Corazón!
- Oh, se derraman gotas rojas
- en la cubierta donde yace mi Capitán
- caído, frío y muerto.
- caído, frío y muerto.
¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! Levántate y escucha las campanas;levántate —por ti la enseña ondea— por ti suena el clarín;por ti son las guirnaldas y festones —por ti se apiñan gentes en la orilla;por ti claman, la inquieta masa a ti se vuelve ansiosa.
- ¡Escucha, Capitán! ¡Querido padre!
- Te pongo el brazo bajo la cabeza;
- Un sueño debe ser que en la cubierta
- hayas caído frío y muerto.
- hayas caído frío y muerto.
Mi Capitán no contesta, están sus labios pálidos e inertes;Mi padre no es consciente de mi brazo, no tiene pulso ya ni voluntad.El barco sano y salvo ha echado el ancla, el periplo por fin ha concluido;del azaroso viaje, el barco victorioso regresa logrado el objetivo.
- ¡Exultad, oh, costas!, y ¡sonad, oh, campanas!
- Mas yo, con paso fúnebre recorro
- la cubierta donde yace mi Capitán
- caído, frío y muerto.
- CARPE DIEM- (Walt Whitman)
- No dejes que termine sin haber crecido un poco,
sin haber sido un poco mas feliz,
sin haber alimentado tus sueños.No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie
te quite el derecho de
expresarte que es casi un deber.No abandones tus ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario…No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía
sí pueden cambiar el mundo…Somos seres, humanos, llenos de pasión.
La vida es desierto y tambien es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en
protagonistas de nuestra propia historia…
Pero no dejes nunca de soñar,
porque sólo a través de sus sueños
puede ser libre el hombre.No caigas en el peor error, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.No te resignes…
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.Disfruta el pánico que provoca tener
la vida por delante…
Vívela intensamente,
sin mediocridades.
Piensa que en tí está el futuro y en
enfrentar tu tarea con orgullo, impulso
y sin miedo.Aprende de quienes pueden enseñarte…
No permitas que la vida
te pase por encima
sin que la vivas…”


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